“Cuando les sale su cotiledón ya están listos, los plantines ya tienen raíz y se pueden plantar. Es interesante porque el cotiledón la alimenta y después las hojas hacen la fotosíntesis”, explica Jean Claude Eiffel Saravia con afecto sobre cómo esas primeras hojitas que brotan de la semilla son fundamentales para el desarrollo de la planta y la importancia de regarlas con los nutrientes orgánicos, en el cultivo hidropónico de Aqua Sativa.
“Antes de la pandemia ya habíamos comenzado a sembrar en el jardín, haba, choclo y arveja. Luego vino la pandemia, no podíamos venir y se ha secado todo”. El terreno donde empezaron a cultivar estas plantas está en el límite entre La Paz y Palca, un lugar con una temperatura agradable en medio de las montañas, cerca de un área protegida municipal, con algunas vistas espectaculares de la zona sur. Una zona donde las vacas aún pastan con libertad, pero que va llenándose de casas y condominios, a menos de una hora del bullicio de la ciudad.
El interés por seguir cultivando la tierra continuó después de la pandemia. Asistió a cursos en el Huerto Orgánico Lak´a Uta. Ahí aprendió los principios básicos de la siembra. "Sobre la hidroponía dije nunca voy a hacer, es demasiado complicado” y hoy tiene un huerto hidropónico donde cultiva una diversidad de lechugas, acelgas, pak choi o la acelga japonesa, apio, calabacines o zuchinis, rúcula, kyona de color vino parecida en sabor a la rúcula con un toque dulzón, espinacas, alcachofas y más. Sus clientes esperan la entrega de las verduras hidropónicas en sus hogares, sea en casa, edificio, incluso guardias de seguridad de condominios están atentos a recibir el encargo de la semana.
Jean Claude Eiffel Saravia estudió ingeniería metalúrgica y luego lo atrajo la comunicación ingresando a esta carrera en la UMSA. De los talleres de cine, una de sus primeras pasiones, pasó a la televisión donde trabajó hasta el 2021. Fue gerente del canal estatal y productor de radio y televisión. “Trabajé en televisión casi toda mi vida, hasta ATB. Luego de la pandemia se redujeron las fuentes de trabajo, los canales empezaron a botar gente, todo era un despelote. Y algo había que hacer porque no puedes quedarte en casa viendo televisión”, sonríe al recordar esos momentos.
Jean Claude también es cineasta y poeta. Fue productor en la película Cuestión de fe, dirigida por Marcos Loayza. En su videografía destacan: Detrás de la niebla, De lo que le avino a Don Quijote en Nuestra Señora de La Paz, La última hora. En el Diccionario Cultural Boliviano, de Elías Blanco, se puede leer uno de sus poemas al Gran Salar: “En tu cabello / ola rebelada en el mar estático / los amaneceres han pintado / luces y colores / para llenar de encajes / las orillas de la almohada / ¿Acaso el amor tiene su transparencia?”.
Después de la pandemia reinició su trabajo de siembra. “Al trabajar la tierra te das cuenta cómo sufren los campesinos, que toda su vida han estado en el campo haciendo siembra, cosecha, etc., y cuando les viene la helada o la sequía o las inundaciones o cualquier fenómeno natural que acaba con sus cultivos, te das cuenta de lo complicado que es y cuánto pierden. Estaba iniciando el 2022, yo tenía una carpita más chiquita donde tenía apios, acelgas y tomate cherry, me estaban yendo bien, ya tenía mis tomatitos grandecitos, había un montón de frutitos. Y llegó febrero con una helada. Faltaba como un mes más para que crezcan bien, vino la helada y se quemaron varias plantas. Te dicen que en enero suele venir la helada y a veces no llega. Pasó la helada y todavía había algunas florcitas, estaban nomás reaccionando, y a mediados de febrero otra helada. Chao. Yo te hablo de un cultivo de tomatitos en un espacio de dos metros cuadrados. Y los campesinos que tienen varias hectáreas pierden toda su cosecha, todo su cultivo, toda su producción. Tú ves en la televisión noticias de sequía, helada, vino el río, escuchas y dices qué pena. Pero cuando estás ahí dices que no es solamente pena, es dramático”.
Luego de esa experiencia decidieron dedicarse a la hidroponía. Es un método de cultivo sin suelo que utiliza soluciones minerales y agua en lugar de tierra para cultivar plantas. Estas soluciones nutritivas alimentan directamente a las plantas. Se ha convertido en una alternativa eficiente y ecológica a la agricultura tradicional.
“Bueno, gracias a la ingeniería, ya sabía más o menos cómo manejar la parte química, y a mi esposa que es bioquímica, con conocimientos mucho más profundos que los míos, y al agrónomo que nos explicó cómo es todo el proceso del trabajo de los nutrientes en agua, empezamos. También lees en internet, participas en talleres o charlas, buscas, investigas y vas aprendiendo. En 2023 alquilamos una carpa en Achocalla. Estaba funcionando muy bien y de pronto entra la plaga. ¿Cómo combates la plaga? Te asesoran, te dicen hay que hacer esto y lo otro, pero ya era un poco tarde. Se infestó en cada una de tus 700 lechugas, el pulgón ya está en todas tus lechugas, lavar, desinfectar, pero no crecerán. Imagínate, todo se va al demonio y estás hundido”, recuerda.
Con esos aprendizajes invirtieron en una carpa en su terreno, con todas las acciones de prevención de plagas y un buen manejo del cultivo hidropónico. Las murallas o barreras naturales con plantas aromáticas es un paso para repeler algunas plagas, hay que cultivarlas en el exterior y alrededor de la carpa, entre ellas están la huacataya, la menta y otras. En el interior de la carpa la prevención empieza con el cambio de zapatos para caminar entre los pasillos del cultivo. La limpieza es esencial. Así cuidan la siembra, el crecimiento y cosecha de las verduras de Aqua Sativa .
Los nutrientes para las nuevas plantas son el alimento esencial. Cada semana se les pone un 10% de nutrientes, en función a algunas fórmulas matemáticas para evitar la falta o exceso, en el área de plantines y en el invernadero más grande. Esto permite que las lechugas puedan crecer entre tres a cuatro semanas y estar listas para la cosecha. En invierno son cuatro semanas.
“Básicamente, nosotros hacemos cuidado preventivo orgánico. Ponemos ajo, jabón potásico, aceite de neem, sulfocalcico. Tienen raíz química, por supuesto, pero son básicamente orgánicas para la hidroponía. Hacemos prevención porque hemos aprendido eso. Tenemos todo controlado dentro de los parámetros. Hay que cuidar el ingreso de plagas por el cambio de temperaturas y la humedad. Fumigamos cada semana. Ahora todo está bajo control. No sabes qué alivio saber que no tienes plagas”.
“Vivimos de la tierra, del agua obviamente. ¿Si no tenemos producción de tierra, qué vamos a comer?”, cuestiona al referirse a la necesidad que tiene los agricultores de acceso no solo a maquinaria, sino también de combustibles para el transporte, energía para la transformación de alimentos, caminos de acceso a los centros de consumo y también más espacios para la venta de productos orgánicos en La Paz. Cada eslabón de la cadena en la producción de alimentos es clave. “Todo llega al consumidor y tienes que darle un buen producto”.
En Aqua Sativa, el acceso y uso de agua y energía eléctrica son un aporte al medio ambiente. Utilizan la cosecha de agua, especialmente en época de lluvias, para el riego. Y la energía eléctrica proviene del panel solar que permite el funcionamiento de las bombas de agua de los tanques y ventiladores en el interior del invernadero. “La hidroponía es mucho más eficiente energéticamente hablando, te consume más o menos un 90% menos de agua que lo que se trabaja en tierra, esta se escurre, se mete la tierra y listo. En cambio, aquí reciclas toda el agua”.
Este ahorro en el uso del agua es importante. En hidroponía, las plantas se alimentan con los nutrientes que se incorporan al agua, se incorporan más nutrientes y el agua vuelve a circular en el cultivo. El nutriente incluye nitrógeno, potasio, fósforo, calcio, silicio, magnesio, zinc, y otros en base a una selección previa. El control en este proceso es de precisión a diferencia de cultivos en campo abierto. “El agua está ahí dando vueltas y no estás botándola”, precisa y detalla que una vez que se realiza la cosecha se limpian los tubos, los tanques y todo lo que se necesita que esté limpio para iniciar la nueva producción.
Y el agua que queda con nutrientes no se desperdicia. La utilizan para regar la tierra en la carpa de Tierra Sativa, donde tiene cultivos dedicados a zuchinis, pepinos y otras hortalizas. No desperdician el agua. “La flor de las alcachofas son preciosas”, destaca en este pequeño invernadero.
Otoño lluvioso en La Paz. Día de cosecha. Las lechugas verdes y rojas, junto a las acelgas y rúcula, previamente lavadas, secadas, pesadas y embolsadas, están listas para ser entregadas a los clientes. Una larga lista de consumidores de lechugas y otras hortalizas tiene Aqua Sativa, principalmente en la zona sur de La Paz. Las entregas de los pedidos generalmente se realizan los viernes, no se encuentran en los supermercados. Su sabor y calidad tienen una demanda que sigue en crecimiento. Sólo queda anotarse para la próxima entrega de Aqua Sativa.
CRÉDITOS
Redacción: Svetlana Salvatierra.
Fotografías: Ruta 1825.